La tecnología está redefiniendo el trabajo de las personas. Estamos en una época en la que las máquinas son capaces de hacer tareas de una forma más eficiente que las personas. Muchas de estas personas empiezan a replantearse el sentido del trabajo. ¿Es simplemente una manera de ganarse la vida? ¿O realmente estoy haciendo algo que tenga sentido? ¿Debería vivir para esforzarme de lunes o viernes, o simplemente sobrevivir, a la espera del ocio del fin de semana?

En un entorno profesional volátil, incierto y complejo, cada vez más personas encuentran que no encajan. El mercado laboral acaba expulsándolas porque ni ellas ni, en ocasiones, la sociedad, encuentran el valor, ni entienden la contribución que hace cada persona. Hay una famosa frase de Martin Luther King que reza “La pregunta más persistente y urgente de la vida es ¿qué estás haciendo por los demás?”. Partiendo de esta simple premisa, podemos extraer el significado de nuestro trabajo, encontrar su valor y entender el papel que estamos jugando en la sociedad.

Hoy, en el blog de Aervio, queremos compartir algunos consejos que te ayudarán a encontrar sentido y significado al trabajo que realizas cada día, sea el que sea.

¿Cómo puedo darle sentido y significado a mi trabajo?

Dar antes que recibir

La vida es más sencilla y gratificante cuando dejamos de preocuparnos de conseguir y empezamos a dar. Plantear nuestro trabajo como “que voy a aportar” en lugar de “qué voy a recibir” es el primer cambio a realizar. El objetivo de este mindset es focalizar la mayor parte de nuestro día en crear algo que ayude a los demás cuando nosotros no estemos. El simple hecho de hacerlo, y saberlo, es la mayor recompensa para el espíritu. Y gracias a este enfoque, seremos capaces de crear valor.

Céntrate en el largo plazo

Las personas tendemos a darle excesiva importancia a lo pequeño pero urgente. Los mails que se acumulan en la bandeja de correo, esa llamada pendiente, las notificaciones de nuestras redes sociales. Todas estas pequeñas distracciones se acumulan a lo largo del día, alejándonos del objetivo real de nuestro trabajo. Por eso recuerda cada día el objetivo final, el motivo de todo, y trabajar a largo plazo en lo que nos llevará hasta allí.

Entiende tu contribución

Todos los trabajos cuentan, y cada uno de ellos es importante a su manera. Ya sea el sector servicios, la construcción, o un trabajo de oficina, todos tienen sentido y significado.

El camarero, con su trabajo, hace posible que la gente pueda hacer algo tan básico como comer fuera de su casa. Cada ladrillo que coloca el albañil es un paso más hacia la creación de un hogar. El profesor está instruyendo a las futuras generaciones, que seguirán formando familias, creciendo y eligiendo vivir sus vidas como decidan. El trabajo de cada uno contribuye a la sociedad de una forma u otra, y cada uno de nosotros deberíamos tener claro qué es lo que estamos haciendo cada día por los demás.

Energía positiva

Entender nuestra contribución y saber el valor de nuestro trabajo nos aportará la energía positiva diaria, que podemos trasladar a nuestro lugar de trabajo. Hablar con la gente, con los compañeros, con los clientes, y compartir esa energía y esta visión para que ellos también puedan entender su papel fortalecerá la comunidad. La energía positiva es la gasolina de las comunidades de personas, y crearlas allá donde vamos es la manera de ser feliz, tanto en el trabajo como en la vida.

Ojalá estos consejos te sirvan de ayuda para encontrar la felicidad en lo que haces. Y, por supuesto, si no eres feliz con lo que estás haciendo en este momento, nuestro consejo es que empieces hoy mismo a trabajar en la dirección de aquello que realmente deseas. No será fácil, y puede que no logres tu objetivo. Pero lo que sí es seguro es que el camino, la lucha y el esfuerzo, pase lo que pase, habrán valido la pena.