Uno de los objetivos de las empresas debe ser el conseguir la felicidad y el bienestar de los empleados
Según la psicología, la felicidad se define como una combinación entre la satisfacción que el ser humano tiene en su vida personal (su familia, su pareja y su trabajo) y el bienestar mental que siente cada día. Las empresas pueden contribuir a ello, y deben ser unas organizaciones felices.
El trabajo y su contexto, que para esta teoría resulta un pilar fundamental, son la fuente de la mayoría de las relaciones que gestamos y generamos cotidianamente. Además de influir en nuestra economía, nos ayuda a desarrollar nuevas habilidades y nos pone frente a retos constantemente.
Hoy, en el blog de Aervio, te contamos cuáles son las características que las empresas deberían tener para considerarse “organizaciones felices” y que ello se manifieste en la productividad de las plantillas.
Los 5 ejes de la felicidad
La felicidad de cualquier compañía es el espejo del estado de ánimo de sus directivos y empleados más fieles. Reconocer la importancia de la motivación diaria es el primer paso para transformar tu empresa en una organización feliz. ¿El desenlace? Resultados y productividad casi de forma inmediata, teniendo en cuenta estos cinco ejes:
El líder
Es el eslabón clave de la cadena productiva. Debe tener la capacidad de brindarle a sus empleados confianza y seguridad, estando presente en el día a día de la compañía. Steve Jobs decía que “la innovación es lo que distingue a un líder de los demás”, y esta innovación puede darse en el modo de relacionarse dentro de la compañía.
El equipo
Además del líder, es importante que los grupos humanos se encuentren unidos y cooperativos entre sí. La confianza vuelve a ser clave para que funcionen los equipos. Para lograrla, es importante muchas veces que los compañeros compartan tiempo fuera de la oficina. Por ejemplo: en un afterwork o en una jornada de team building.
Motivación y optimismo
Las empresas también tienen que generar actividades que sirvan para cambiar la autoestima de los empleados. Es importante que ellos se sientan empoderados, motivados, proactivos y comprometidos con el trabajo y el entorno.
Respetar los descansos
Se consigue una mejor productividad con el respeto de los descansos. Las empresas disponen cada vez más de espacios en sus instalaciones para tener un momento de desconexión y reponer pilas. En estos espacios, se pueden encontrar frutas y zumos, que ayudan a conseguir unos hábitos saludables, y contribuyen a la mejora del bienestar.
También existen nuevas iniciativas en algunos países para respetar los descansos. Lo llaman el derecho a la desconexión digital fuera del ámbito laboral. La reciente ley de registro de la jornada laboral no solo sirve para controlar los horarios que estamos realizando. También puede servir para determinar a partir de qué momento no tendremos la obligación de conectarnos al correo electrónico o al móvil de empresa, fuera del horario laboral o durante las vacaciones.
Compartir unos valores comunes
Para construir sus programas de responsabilidad social corporativa, las empresas deben tener en cuenta las iniciativas de solidaridad y colaboración de sus empleados. Nos sentimos felices cuando contribuimos a un proyecto solidario o al respeto del medio ambiente. Seremos más felices aún y orgullosos de la empresa en la que trabajamos si se comparten las mismas metas y valores.
Aún en el contexto actual, en el que la mayoría nos encontramos teletrabajando, es importante trabajar internamente en nuestra compañía para lograr que los empleados se encuentren felices y sean más productivos en su labor. Y es que la felicidad del ser humano en general se basa en sus relaciones, y el trabajo no es una excepción.