Los agentes de viajes nos han acompañado durante estos momentos, y nos seguirán acompañando en el futuro.

Todos nos encontramos estos días ante un escenario sin precedentes que nos afecta a nivel mundial. Se escriben ríos de tinta con opiniones, previsiones, algunas más optimistas otras menos… en realidad, conjeturas. Nadie sabe lo que va a pasar porque nunca antes nos hemos enfrentado a una situación igual. Estamos viviendo un hecho histórico en primera persona que nuestros hijos y nietos estudiarán en sus programas educativos.

De lo único que podemos estar seguros es de que esto marca un antes y un después a todos los niveles en nuestras vidas, no sólo a nivel personal sino también a nivel profesional.

El sector de los viajes, ya sea de empresa o a nivel personal, ha quedado completamente paralizado. Si nos focalizamos en los viajes corporativos, las empresas han reducido su movilidad por debajo de los límites del famoso 11S.

Ahora la amenaza es invisible y ha llegado en forma de virus. Un virus que no distingue de tamaños, de géneros, no distingue de clases sociales o de ideologías políticas. No importa el tamaño de la empresa o su sector. No se puede viajar y punto.

El ecosistema de los viajes corporativos es un entramado de proveedores, intermediarios, viajeros, políticas de ahorro, tarifas negociadas… Y el nexo de unión de todo eso, en el centro coordinándolo todo y obrando la magia están los agentes de viaje.

Esos profesionales silenciosos que marcan la diferencia con su capacidad de adaptación, con su capacidad empática que les permite ponerse en la piel de cada uno de los viajeros que atienden, con su capacidad de llegar a realizar casi en primera persona esos viajes imposibles que les piden sus clientes y haciendo fácil lo difícil en cada billete de avión, cada conexión, cada reserva de hotel o coche.

Vivíamos en la creencia de que todos somos agentes de viaje. Todos sabíamos encontrar mejor que nadie un buen precio en un vuelo, o un hotel. Nos veíamos capaces de decirle a los profesionales que nos atendían que habíamos encontrado mejores vuelos, mejores precios, mejores hoteles… Convencidos de que las herramientas, plataformas y soluciones para la “autoreserva” nos dotaban de ese conocimiento y de esa capacidad. Creídos en nuestra ignorancia de que, si usábamos estas herramientas, ¿para qué necesitábamos un gestor de viajes cuando en “5 minutos” conseguíamos nosotros mismos un mejor precio en un mejor hotel o en un vuelo?

Si algo pone esta situación de manifiesto es que, sin ellos, sin estos héroes silenciosos, sin los gestores profesionales de viajes, ni viajeros, ni empresas, ni hoteles, ni compañías aéreas… tendrían un nexo de unión que lo conectara todo para solucionar y satisfacer todas las necesidades.

Hablamos de cambios, de cancelaciones, reembolsos, nuevas reservas, información sobre visados, tramitación de los mismos y miles de tareas más de las cuales se benefician tanto clientes como proveedores, empresas, entidades públicas…

Pero, ¿qué se está haciendo por ellos?, ¿Quién se está ocupando de ellos? Ertes, despidos, eres,… etc. Esto es lo que estamos haciendo por ellos.

Por ese colectivo que, queda claramente demostrado, es el nexo que todo lo une, que todo lo coordina.

En realidad, la mirada post COVID, en mi opinión, debería ir encaminada a dotar a este colectivo de mayor reconocimiento, de mayor autonomía, de mayor capacidad de decisión y, sobre todo, de reconocerlos como los profesionales altamente cualificados que son.

Las empresas del sector deberíamos apostar mucho más por ellos y dotarles de herramientas que reconozcan y potencien su profesionalidad. Porque, no nos olvidemos de esto, los que realmente prestan el servicio a los viajeros y a sus empresas son ellos.

Son personas con nombres y apellidos, son los Javier Escarpa, Martín Elizalde, Berta Rodríguez… no son las agencias de viaje. No somos los Aervio, los Amex, los CWT, los VECI… nosotros somos simples firmantes de contratos, pero los que realmente fidelizan a los clientes, los que realmente consiguen valoraciones de excelencia por su trabajo, son ellos.

Hasta tal punto que las empresas son capaces de cambiar de agencia de viajes, pero no de persona de confianza. Esa persona que se ha comprometido desde el primer momento en darles servicio. Esa persona que les entiende, que les da seguridad, esa persona en la que pueden confiar porque siempre les saca las castañas del fuego como se dice habitualmente.

Entendamos todos que son ellos los que marcan la diferencia y, con todos me refiero a todos, agencias de viaje que les emplean, proveedores y, por supuesto, también clientes. Tenemos la oportunidad de crear un orden nuevo en el que ellos sean el centro de nuestras acciones. Se lo han ganado a pulso y, siendo honestos, es algo que ya va siendo hora de reconocerles.

Creo que el mundo post-COVID de los viajes corporativos debería pasar por poder crear una red de gestores de viaje profesionales que se nutra y apoye mutuamente. Una red que integre a los mejores profesionales y les de un entorno de seguridad para que puedan llevar a cabo su maravillosa labor con herramientas tecnológicas adecuadas, con soporte técnico, con formaciones continuadas en las que ellos mismos podrán interactuar.

Una red que les proporcione los recursos necesarios para convertirlos en profesionales independientes, mucho mejor valorados por todos y, porque no, mucho mejor pagados.

Si no damos ese paso, si no les damos el reconocimiento y el espacio que necesitan y merecen, este parón no habrá servido de nada. Volveremos a repetir los mismos errores y volveremos a poner en marcha un entramado de servicio caduco en el que, en realidad ninguno de los que participan en él está contento con lo que recibe.

Busquemos un mejor entorno para todos, un entorno que nos beneficie a todos y nos haga mejores profesionales, nos permita tener clientes mejor atendidos, con procesos más eficientes. Demos el paso o nos quedaremos atrás y, la oportunidad del cambio y la evolución no habrá servido para nada.

Yo creo que podemos hacerlo, es más, debemos hacerlo y si queréis saber cómo, os invito a uniros a nosotros en este link.

De ésta saldremos todos juntos y nosotros no vamos a quedarnos atrás. Vamos a ser parte activa en el cambio. Y te queremos tener con nosotros.

Porque tu fuerza suma.

Fernando Treviño, Chief Commercial Officer, Aervio