Los directivos buscan mejorar el resultado de las empresas con un nuevo liderazgo basado en alianzas de trabajo.
Si tuviéramos que hacer una representación de los directivos que ayudan a mejorar el resultado de las empresas en las que trabajan, encontraríamos rasgos comunes. Se trata de personas alejadas de las creencias populares que los definen como jefes carismáticos, y construyen más un liderazgo basado en alianzas de trabajo.
Para la ONU, las alianzas público-privadas o multisectoriales son el modelo más eficaz para alcanzar los objetivos planteados en la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030. Se utilizan también como solución a los problemas sociales a nivel mundial.
Hoy, en el blog de Aervio, queremos hablar sobre las alianzas de trabajo como disparadoras del éxito de los nuevos líderes, aquellos que han logrado alcanzar el triunfo dentro de las empresas en las que trabajan.
Juntos para llegar más lejos
Liderar, dirigir y coordinar de manera efectiva exige que los empresarios tengan una visión amplia y precisa de las alianzas, relaciones y compromisos necesarios. Estos vínculos se crean con otras personas y/o organizaciones, convirtiendo el factor relacional como uno de los ejes de crecimiento de las empresas.
Las claves se encuentran en adquirir características esenciales, como la humildad, el bajo perfil y la firmeza (sin llegar a la dureza). El objetivo es convertirse en portavoces internos y externos de las compañías. El líder tranquilo tiene como motivación principal el conseguir retos y crear equipos que duren en el tiempo, desarrollando siempre una gran capacidad para lograrlo.
El desafío, entonces, será mantenerse motivados en el camino hacia las distintas alianzas. Para eso es importante tener una estrategia clara y seguir de cerca cómo se implementan estas alianzas. Pueden ocurrir posibles cambios sobre la marcha, por ello se necesita también dotes de flexibilidad y adaptación ante los cambios.
Además, para que toda relación funcione, la comunicación constante resulta vital: sincera, transparente y siempre aportando valor para construir la confianza mutua. Esto incluye la comunicación interna, dirigida a directivos generales, empleados y técnicos, incluso a los que no participan directamente en el proyecto de alianza. Todo ello va a generar un cambio en la cultura empresarial, que fomente esta nueva forma de trabajar con personas de otros sectores.
Lo que realmente queda claro es que en este nuevo estilo de liderazgo, hay que reforzar el concepto de que juntos se puede llegar más lejos. Puede ser dentro o fuera de la empresa, con otras compañías más grandes o con instituciones sin fines de lucro o gubernamentales, pero siempre juntos. Esto activará nuevas soluciones, hará los procesos más eficientes, dejará recursos disponibles para otras tareas, y aumentará la innovación y capacidad de respuesta ante los nuevos retos.