¿Todavía existe la gestión antigua en las empresas modernas?
¿Tenemos dudas sobre los cambios profundos que han llegado a las empresas estos últimos meses? No, ¿verdad? Pese a ello, los expertos todavía hablan de empresas que se mantienen con estrategias que datan del siglo pasado, sin modernizar la gestión de negocios.
Las gestiones del siglo XX han sido coherentes y han servido para crear grandes compañías. Pero, deben adaptarse a las exigencias de un mercado que se mueve ágilmente, sobre todo impulsado por sus clientes.
Hoy, en el blog de Aervio, queremos contarte por qué todavía existen empresas que utilizan gestiones antiguas y cuáles deben ser los momentos para migrar las estrategias y adaptarse al contexto actual.
5 razones por las que no se ha llegado todavía a modernizar la gestión de negocios
Si quieres conocer por qué todavía la gestión del siglo XX domina el mundo corporativo, debes entender que:
1- La gestión del siglo XX es imparable: aunque se van notando cambios últimamente, uno de los principales objetivos es maximizar el valor de los accionistas. La innovación se centra solo en la mejora de los productos y servicios existentes, y la estrategia es hacer frente a la competencia.
2- A los ejecutivos se les paga para mantener las cosas igual: su compensación depende de ello. La compensación basada en acciones se convirtió en la norma para la C-suite y los grandes directores de compañías realizan un trabajo más personalista que empresarial en sí. Quiénes analizan esta postura añaden: ¿Por qué los ejecutivos suelen apoyar las prácticas de gestión a corto plazo, cuando su retribución depende del precio de las acciones a corto plazo?
3- Las escuelas de negocios siguen enseñando la gestión del siglo XX: en la mayoría de los casos, se suele hablar de los triunfos del pasado, aunque ya comienzan a verse excepciones. Es así como continuamos formando a los profesionales del futuro con ideales del pasado. La desconexión entre lo que se enseña y el contexto actual genera una brecha muy difícil de cerrar.
4- La transición genera mayor trabajo: y requiere cambios en las estructuras de trabajo, de modo que genera un mayor coste. El liderazgo tiene que ser inspirador y no transaccional, y la innovación debe ser constante. Todo ello requiere mayor esfuerzo del esperado anualmente.
5- Se desconocen los resultados de las nuevas gestiones: los medios no se hacen eco de los buenos resultados y solo se refieren a las nuevas tecnologías utilizadas y sus beneficios. Debemos hablar del potencial que estas nuevas formas de ver el mundo empresarial tienen de cara al futuro, y más en tiempos de crisis.
No podemos perder el tren
Sin duda, existen más obstáculos en el camino para modernizar la gestión de negocios, y el más importante es superar una forma de pensar que viene impuesta desde hace ya muchos años. La gestión del siglo XXI nos exige que pensemos diferente, y veamos a las empresas como un sistema complejo, pero con capacidad de adaptación.
Desde Aervio, creemos que las transiciones también traen buenos momentos. Y la tecnología y las gestiones pensadas de cara al futuro, a largo plazo, traerán mayores beneficios en comparación con todas aquellas empresas que continúan utilizando modelos antiguos. El tren ya ha salido de la estación… Lo importante es subirse a tiempo.