Para cualquiera de nosotros que tenga la oportunidad de viajar en avión, existe la pequeña pero latente chance de que la aerolínea pierda nuestras tan valiosas y necesarias pertenencias.

Puedes viajar mucho y que nunca te haya sucedido, o que sea tu primera vez subiendo a un avión y te ocurra, pero las posibilidades siempre están ahí acechando.

A mi me ha ocurrido, y les puedo asegurar que la sensación no es de las mejores. De un momento a otro te han despojado de tus cosas, tu traje de baño para ir a la playa o tus calcetines de la suerte. Pero entonces si te ocurre, ¿qué tienes que hacer ademas de dar vueltas en círculos y agitar los brazos en el aire?

Aquí les dejo un listado con las principales o primeras medidas para saber cómo actuar en estos casos:

1. Si ya has esperado en la cinta y todos tus compis de vuelo han desaparecido, las chances de que tus maletas no estén en el mismo destino son altas. Igualmente, y porque lo último que se pierde es la esperanza, acércate al sitio donde guarden los objetos perdidos. Quizás la aerolínea previendo una conexión justa, las haya enviado en otro vuelo.

2. Si ya verificaste que la maleta no está ahí, no salgas del aeropuerto, asesórate con el personal para que te indiquen donde presentar formalmente una reclamación. A veces las aerolíneas no tienen mostrador y hay una oficina de objetos perdidos.

3. Te harán rellenar papeles, describir tu maleta y cosas que tenías dentro. Si eres como yo, que en esos momentos se te borra completamente de la mente si tu maleta es rectangular o circular, te puede servir tomar una fotografía para que te salve la laguna mental.

4. Guarda todo sin falta, el billete de avión, las tarjetas de embarque, los recibos de las maletas, la reclamación.

5. En el mejor de los casos, las maletas solo sufrieron un retraso y llegarán a la puerta de tu hotel o casa en unos pocos días.

Es importante saber, que la aerolínea se dedicará los próximos 21 días a la búsqueda de tu equipaje pero puedes ir verificando el estado de tu reclamación mientras tanto.

Igualmente tranquilos, en la gran mayoría de los casos los equipajes vuelven a aparecer y todo se convierte en una anécdota para contar entre amigos. Así que a no desanimarse y a seguir viajando.

Si algo aprendí de esta experiencia, es que siempre hay que llevar las pertenencias más valiosas y una muda de ropa en la maleta de mano. Si las posibilidades están ahí, mejor estar preparados.

 

Carla Giulianini- Asesora de viajes- Aervio