Cuando se destacan las grandes tendencias de los viajes de empresa en 2019, la personalización está siempre en los primeros puestos.
Y es que en plena era de la tecnología y con el auge de las redes sociales, el conocimiento extraído del Big Data y la inmediatez de los smartphones, los consumidores demandan soluciones rápidas y hechas a su medida.
Si podemos alquilar apartamentos en el momento según nuestros días de vacaciones, pedir comida a domicilio en restaurantes que no tienen este servicio o encargar un coche con chófer que nos recoja en cualquier punto de la ciudad, ¿por qué no íbamos a poder adaptar nuestro viaje de empresa a nuestros gustos y necesidades?
La personalización de los viajes de empresa
El concepto “personalización” consiste en adaptar un producto o servicio de forma individual a cada cliente. En el caso de los viajes, y más concretamente de los viajes de empresa, radica en que todas las fases del viaje, independientemente del medio de transporte, estén adaptadas a los criterios de la empresa, sus políticas de viaje y a los gustos y necesidades del viajero.
No obstante, cuando se habla de personalización en los viajes de empresa, es conveniente poner en contexto el sector y los modelos tradicionales antes de abordar las nuevas características que ofrece el avance tecnológico. Es precisamente esta comparación la que nos permitirá extraer cuáles son las grandes variaciones en el servicio que, por convicción o por defecto, los players tanto nuevos como tradicionales están ofreciendo a sus clientes.
El modelo de las agencias de viaje tradicionales
Antiguamente, las agencias tradicionales trabajaban con precios fijos y condiciones preestablecidas. Las empresas que trabajaban con estas agencias tenían poco margen de maniobra, siendo ellos los que debían adaptarse a las condiciones que la agencia les ofrecía. Encontrar la oferta adecuada y conseguir adaptarse a ella con el objetivo final de ahorrar costes se convertía en el principal objetivo. Otros criterios como la comodidad, la flexibilidad o incluso la sostenibilidad, ni siempre podían ser contemplados.
El incremento de la oferta y la variedad de las condiciones lo ha alterado todo, haciéndolo todavía más complejo. La construcción de las tarifas, por ejemplo, se ha complicado enormemente, dado que a los precios base ahora se han de añadir diferentes costes relacionados con todas las opciones que hay disponibles.
La antelación de la reserva, las penalizaciones por cambios, las cancelaciones o los servicios complementarios se añaden al coste final.
Las nuevas necesidades del viajero de empresa
Los vuelos son cada más económicos, los clientes tienen acceso inmediato a ofertas y promociones y cada vez existen menos fronteras para viajar. Los clientes quieren que los viajes de empresa se adapten a sus gustos y necesidades, y no al contrario. El viajero quiere una flexibilidad que le permita improvisar, alargando o acortando estancias, ya sea por cuestión de negocios o como forma de Bleisure. Y el viajero, antes que nada, quiere que todas estas gestiones sean rápidas, instantáneas y sin dificultades añadidas.
Por otro lado, las empresas quieren controlar los gastos del viaje, controlar las facturas y tener la certeza de que todas sus políticas de viaje se están cumpliendo. Tanto las empresas como sus representantes se han vuelto más exigentes con su proveedor de viajes, que ha visto cómo tenía que ampliar y optimizar su servicio para poder seguir compitiendo en el mercado. Ya no se trata solo de una cuestión de precios, sino de cumplir los estándares de calidad de viajeros y empresas.
El equipo Aervio