Trabajar toda la vida en una empresa ya no se lleva.
Las empresas de hoy en día, especialmente las tecnológicas, tienen que enfrentarse a una dificultad añadida cuando gestionan sus recursos humanos: la rotación. Empleados que llegan, están pocos meses y se marchan son una constante en sectores de este tipo. Se ha contabilizado que el tiempo medio de permanencia en una tecnológica es de un año o menos. Otras empresas del sector calculan que cada año cambia entre el 10 y el 15% del equipo.
Las razones de esta rotación son variadas. En el caso del IT, muchos nuevos empleados recién salidos de la facultad llegan a la empresa para darse cuenta poco tiempo después que el IT no es lo suyo. Otros deciden marcharse para regresa a la escuela y especializarse en otra área. Y, por último, la principal razón de todas: la alta competencia. Actualmente, hay mucha demanda de puestos como desarrollador de software o arquitecto de sistemas senior, y dichos profesionales reciben frecuentes ofertas económicas, potenciando la rotación.
Muchas empresas han tratado de luchar contra la rotación añadiendo ventajas y beneficios. Se ofrecen bonificaciones y acciones de la empresa, o hasta permitir la entrada de perros en la oficina. Sin embargo, las ventajas basadas en la cultura de la empresa no acaban de dar resultado. En algunos sectores como la innovación, la rotación sigue siendo alta. Pero, como dice el refrán, “si no puedes vencerlos, únete a ellos”. ¿Y si en vez de tratar de evitar la rotación, aprovecháramos lo que esta nos ofrece?
Hoy, en el blog de Aervio, te explicamos cómo lograrlo.
Cómo extraer valor de la rotación de empleados en tu empresa
Aceptar la rotación como algo natural: en muchas empresas se tiende a considerar la marcha de un empleado una derrota, como si esta siempre estuviera motivada por un problema o defecto en la compañía. Sin embargo, no debería ser así. La marcha de un empleado es un proceso natural, es parte de la vida profesional de las personas y como tal ha de ser tratado. Por eso, es fundamental ser capaz de hablar de ello abiertamente con la dirección y los empleados. Debemos asumir que son muchas las causas que pueden provocar la salida de un compañero.
Poner en valor la cultura de la empresa: cuando una empresa valora cómo retener a sus empleados, es necesario entender que esta solo puede llegar hasta cierto punto ofreciendo mejoras salariales. Después de todo, es una cuestión de supervivencia el poder seguir siendo competitivo en el mercado. Por eso conviene dejar claro desde un principio que siempre van a existir ofertas económicas mas sustanciosas en otros lugares. En cambio, nuestra cultura de la empresa y las ventajas y beneficios que ofrecemos siempre serán un plus.
Entender las inquietudes de la nueva fuerza de trabajo: para las nuevas generaciones, especialmente los Millennials, la formación y la experiencia son claves a la hora de plantear su carrera profesional. Evitaremos sorpresas siendo abiertos y transparentes desde el proceso de reclutamiento, informando claramente de todo la enseñanza y la experiencia que les aporta nuestra empresa. Gran parte de la rotación proviene de empleados que notan nada más empezar que el trabajo no es lo que ellos esperaban. De ahí que evitar este punto pueda ayudarnos a reducir la rotación.
Plantear equipos preparados para las bajas: en vez de asignar un cliente a un único empleado, es conveniente formar equipos de 3-4 personas por cada cliente. Así, cuando un empleado decide marcharse de repente, siempre habrá compañeros preparados para encargarse de la cuenta. De esa forma, el cliente no percibirá ninguna diferencia en el servicio. Abrazar la rotación nos permitirá minimizar su impacto.
Ser abiertos en el proceso de selección: informar de todo esto durante los procesos de selección nos puede ayudar a reclutar empleados que sepan qué es lo que se van a encontrar. Y, sobre todo, si nosotros somos una empresa pequeña o mediana, hemos de ser muy claros, sinceros y realistas sobre las ventajas que van a encontrar los empleados que decidan quedarse con nosotros.