Los entornos de trabajo están evolucionando al mismo ritmo que la tecnología.

Antiguamente, trabajar implicaba acudir a una oficina o un espacio físico en dónde ejecutar nuestra tarea, ya fuera con herramientas específicas o con un ordenador. Debido a la evolución  informática llevamos un super ordenador en el bolsillo y hace que necesitemos un portátil sea más potente.

El teletrabajo es una de las grandes tendencias del siglo XXI. Trabajar de forma remota ofrece ventajas en cuanto a flexibilidad, lo que ayuda a aumentar la satisfacción laboral y la productividad del empleado. También beneficia a la empresa, ahorrando costes de mantenimiento en espacio de trabajo, así como el desgaste que produce al empleado el tiempo y el coste del desplazamiento o de las dietas.

Sin embargo, para poder tener empleados que trabajan de forma remota en nuestra empresa es necesario una gestión específica. Dado que esos empleados no estarán supervisados de forma presencial, se debe establecer sistemas de buenas prácticas, una sólida confianza y una forma de trabajo que permita incrementar la productividad.

Buenas prácticas a la hora de gestionar el teletrabajo de los empleados

  1. Tener muy claras las tareas y sus KPI

Si trabajamos por áreas y proyectos, es fundamental establecer las tareas, los tiempos y las métricas con las que se evaluará el trabajo realizado. Estos sistemas de medición  determinarán si los diferentes equipos están cumpliendo a todos los niveles (tiempo dedicado, esfuerzo, calidad) en el trabajo realizado.

  1. Facilitar todas las herramientas necesarias

Es necesario que los trabajadores cuenten con las herramientas y dispositivos necesarios para realizar sus tareas. No solo hacen falta ordenadores portátiles o teléfonos móviles, sino programas, aplicaciones y sistemas que optimicen todos los diferentes procesos y que no se vean afectados por el trabajo remoto

  1. Optimizar la comunicación interna

Un sistema de comunicación interna permitirá que los empleados puedan hablar entre si instantáneamente de una forma más eficaz que si estuvieran en una misma oficina. Sistemas como Whatsapp, Telegram, Skype y aplicaciones diversas nos ayudarán a que exista un diálogo fluido y que el trabajo en equipo no se resienta debido a la distancia.

  1. Marcar los tiempos y las rutinas

Aunque una de las grandes ventajas del teletrabajo es “trabajar cuando uno quiera”, también es importante definir los tiempos. Si se trata de un trabajo en equipo, es fundamental que los diferentes miembros se coordinen para conectarse al mismo tiempo. Aunque uno trabaje desde casa, es necesario estar disponible en los mismos horarios que clientes y proveedores. Establecer una hora fija para empezar a trabajar facilitará controlar el tiempo efectivo de actividad laboral.

  1. Flexibilidad y respeto

El teletrabajo ayuda a la conciliación familiar y laboral, pero también difumina las líneas entre tiempo de trabajo y tiempo libre. Es fundamental que trabajador y empresario sean flexibles en este área, teniendo siempre en cuenta que las ventajas de este nuevo modelo tienen también ciertas obligaciones.

En Aervio esperamos que este artículo os haya servido de ayuda para organizar a los trabajadores que quieren empezar a trabajar en remoto. Si quieres saber más sobre teletrabajo, ¡pregúntanos!