A la hora de viajar, cambiar dinero es una de las principales disyuntivas a las que nos enfrentamos.
Tal vez el viaje sea corto y no tengamos ningún gran gasto previsto, pero es muy probable que en algún momento acabemos comprando algo.
Cuando llega el momento de pagar y elegimos la tarjeta de crédito, siempre surge la misma duda: ¿pagar con la moneda local o con la moneda de origen?
Los bancos de España suelen aplicar un interés del 3% en tus compras con tarjeta fuera de la eurozona, sin importar si tu tarjeta es VISA o MasterCard. Sin embargo, a la hora de pagar con tarjeta, siempre debemos pagar con la moneda local, sea la que sea. Cuando el TPV nos muestra las dos cantidades a pagar, una en euros y otra en moneda local, siempre hay que elegir la moneda local, ya que de esta manera será nuestro banco el que hará la conversión. Si pagamos en la moneda de origen se nos aplicará un tipo de cambio mucho más desfavorable.
A la hora de decidirse entre efectivo o tarjeta cuando se hacen compras en el extranjero, ambas opciones tienen sus ventajas e inconvenientes. Al final es la propia naturaleza del viaje (trabajo o turismo), la duración y el destino lo que nos dice cuál es la opción más adecuada para nosotros.
También hay que tener en cuenta que solo hay un número limitado de monedas que se pueden cambiar a euros al regreso (dólar americano, dólar canadiense, dólar neozelandés, dólar australiano, yen japonés, libra esterlina, franco suizo, corona sueca, corona danesa o corona noruega) por lo que procura calcular bien cuánto dinero llevas, o intenta gastarlo antes de que acabe el viaje.